¿Qué es un síndrome?
Nos suena a enfermedad por la primera entrada del diccionario de la Real Academia:
1. Conjunto de síntomas característicos de una enfermedad.
Además síndrome es:
2. Conjunto de fenómenos que caracterizan una situación determinada.
Esta segunda definición es la que vamos a utilizar.
A la hora de elegir un perro, su color es lo de menos, lo que realmente importa es su carácter, su salud… ¿verdad? Debería ser así, pero la realidad es que los perros -y los gatos- negros tienen muchas menos posibilidades de ser adoptados que los perros de colores más claros, es el Síndrome del Perro Negro.
Este prejuicio sobre su pelaje es conocido en todas las protectoras de animales. En cualquiera de ellas nos puede contar como animales perfectamente sanos, amigables y sin ningún problema pasan años en sus instalaciones porque nadie los elige debido a su color. En los centros oficiales en los que se mata a los animales después de un período determinado, esto supone que miles de perros mueren cada año por haber nacido con la “desgracia” de tener el pelo negro.
Si además de ser negro el perro es de gran tamaño, sus mínimas posibilidades de ser adoptado se reducen casi a la nada.
La Asociación Antropológica Kroeber de la Universidad de Berkeley ha estudiado este fenómeno, llegando a la conclusión de que existen diversos motivos:
El primero de ellos es el cultural: En cualquier película en la que se quiera representar un perro amenazador, veremos un gran perro negro. Este estereotipo se encuentra tan grabado en nuestro inconsciente que difícilmente creeríamos que un perro es peligroso si nos mostraran un perro blanco. En la pantalla el perro que ataca al protagonista es negro; el perro que acompaña al pandillero es negro; el perro al que los alienígenas han contagiado un virus y se convierte en un monstruo mutante es negro.
El color negro absorbe la luz, lo que reduce la definición de sus rasgos y “dificulta la lectura de sus expresiones faciales”, lo que disminuye las posibilidades de que un adoptante conecte emocionalmente con el animal en el breve instante que se dedica a echar un primer vistazo a cada perro durante la visita a una protectora. Por supuesto, los que hemos convivido con un perro negro sabemos que un perro negro es igual de expresivo que uno blanco. Un perro negro es exactamente igual a otro de cualquier color.
Por la misma razón de la absorción de la luz, los perros negros son más difíciles de fotografiar. En muchas ocasiones los adoptantes hacen una primera selección de los perros de una protectora a través de su web; si las fotografías de los perros negros no son buenas, los descartarán. Recomendamos visitar nuestro artículo de consejos para fotografiar animales.
Las protectoras conocen bien este problema e intentan promocionar a sus perros negros colocándoles bandanas o pañuelos de colores, situándoles en las primeras jaulas, evitando poner varios perros negros juntos, para resaltar sus personalidades individuales, cuidando sus fotografías en los webs e, incluso, reduciendo las cuotas de adopción.
El síndrome del perro negro es tan conocido que en Estados Unidos hay varios webs dedicados al tema donde, incluso, los humanos que viven con perros negros quedan para pasearlos juntos, debido a que humanos que viven con perros de otros colores rechazan que los perros negros se acerquen a los suyos.
En nuestras manos está acabar con este prejuicio (Prejuicio: opinión previa y tenaz, por general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal) contra los animales negros. La vez que visite una protectora para elegir un amigo, sea consciente de que–inconscientemente- puede pasar por alto a los perros negros. Quizá sea usted la persona que pueda ver su alma en lugar de su color.
Fuente: http://guau.com/