La historia de Teja es un final feliz de verdad, de los que te hace recobrar la esperanza y la fe en el ser humano. Teja llegó a la Protectora en el año 2006 con sus dos hermanas, Maggie y Toxa. Habían vivido una experiencia traumática, ya que el lugar donde vivían y del que eran guardianas cambió de dueño, y ellas fueron incluídas en la venta, junto con un cuarto perro. Sin embargo, al nuevo dueño no le hizo gracia tenerles allí, así que un buen día y sin previo aviso cogió una escopeta y empezó a dispararles. Teja y sus hermanas vieron como su compañero moría y ellas escaparon de milagro y se escondieron. Un chico que trabajaba allí se enteró de lo sucedido y, como les tenía cariño, fue a buscarlas y las trajo a la Protectora ya que él no podía hacerse cargo.
Como es lógico Teja, Maggie y Toxa se volvieron muy miedosas, y les costaba confiar en la gente. Con el tiempo mejoraron, pero los años habían pasado y un perro mayor y tímido pasa desapercibido a menudo para los adoptantes, aunque no para vosotros. En el 2014, vinisteis, chicos, a adoptar a Toxa ¡después de tantos años, por fin encontraba familia! Y os llevasteis también a Benny. Sin embargo, meses más tarde, nuestra adorable Maggie fallecía, víctima de la edad y del frío y humedad del refugio. Teja estaba sola, sin sus hermanas…hasta que reaparecisteis vosotros, chicos, sus ángeles, para darle la oportunidad de no morir en el refugio sin saber lo que es el cariño y el calor de un hogar y, sobre todo, para demostrar que no todos los humanos son iguales y que aún hay gente caritativa con sensibilidad y amor por los animales, consciente de su sufrimiento. ¡OS DAMOS LAS GRACIAS DE TODO CORAZÓN! Esperamos que disfrutéis de Teja tanto como ella de su nueva vida. ¡GRACIAS!